martes, 14 de agosto de 2012

Mi padre. Los libros.Las colecciones.

Me piden mis seguidores que continúe la historia de Isolda, porque es lo que más les interesa.
La gente es cotilla, exageradamente cotilla.
Los males ajenos les encantan aunque simulen sufrir con ellos.
Yo estaba subiéndome a la parra, filosóficamente hablando, con mis reflexiones sobre la vida misma que creía innovadoras y originales y sólo recibo protestas de mis fans para que me deje de mandangas y vaya al grano con las historietas de mi excéntrica familia.
Por hoy, voy a complacerles. Pero sólo por hoy. No quiero esclavitudes ni dependencias unidas a la fama. Soy un ser libre.
Libre??

Mi padre era un hombre huraño, antisociable , raro y malhumorado.Tenía muchos libros y muchas cosas absurdas que coleccionaba sin parar. Yo también he heredado esa manía. Dios!!! Los malditos gérmenes....
Cómo nos condicionan los gérmenes, los malditos gérmenes.
Yo colecciono todo, lo que se dice todo: Tortugas, tallas de vírgenes, benditeras de pared, cajitas, animales "voladores" de granja  , rosarios, ...
Tengo mi casa llena y a veces me agobia tanta colección ...Qué manía, me digo yo a mi misma cada noche antes de dormir, pero no consigo liberarme de ello. El día que me muera quién guardará todos estos objetos , de quién serán, qué casa adornarán...
Mi padre coleccionaba libros.
Sí ,sí,  de verdad. Muchos no los leía. Los tenía por el placer de tenerlos, de verlos, de tocarlos, de cambiarlos de sitio, de poner estanterías por toda la casa, por los pasillos, los dormitorios, su despacho, el salón, el comedor, la cocina, el cuarto de juegos...Crecimos entre libros. Muchos de ellos buenos, otros absurdos, comprados únicamente por su afán de coleccionar .Le recuerdo mirando los libros de sus estanterías,  parado, con sus gafas de cerca, cambiando el orden, abriendo y cerrando sus páginas, anotando, incluyendo recortes de periódico relacionados con el tema entre sus páginas, con su pequeña escalerita de dos peldaños y sus elegantes zapatillas de estar por casa que le regalabamos cada 6 de Enero junto con un pijama y libros...Era lo único que le gustaba.
Leía 3 o 4 libros la vez. Yo sigo esa costumbre también. De manera que, como soy muy despistada, a veces confundo las historias, mezclo los finales, los abandono por mi incapacidad de poner orden en esa mezcla de personajes, de ambientes, de tiempos ...y empiezo otros 2 o 3 distintos. Haría igual mi padre?? Ya no puedo preguntarle. Murió hace años, en la cama de un hospital. Allí no había libros. No se nos ocurrió coger de su mesilla los 3 o 4 que leía o no leía en esa época para que murieran con él.
Pobre papá .Tan huraño, tan raro, tan dificil.
Tengo una amiga , lectora infatigable, Catherine (es francesa, como Catherine Deneuve), a la que doy los libros que compro compulsivamente para que "los pruebe". Ella me da su opinión (casi siempre certera) y yo los leo o no los leo según me diga.  De esta manera ella se ahorra el dinero de comprarlos y yo me ahorro el tiempo de leer gilipolleces (tenemos gustos lectores parecidos).
En las librerias los toco, los abro, leo algunas páginas centrales y así me oriento. Nunca he comprado un libro sin abrirlo...Haría lo mismo mi padre??
Yo le acompañé muchas veces desde niña a las librerías y nunca me fijé en ese detalle. Me dejaba andar entre los libros y yo los abría y los cerraba tantas veces como quería y él me compraba todos los que yo elegía sin rechistar ni preguntarme por qué unos y no otros....Nunca me aconsejó ni me indicó qué leer... Pagaba. Nos los llevábamos a casa en nuestras bolsas de plástico y al llegar a casa cada uno a lo suyo. A sus 2 o 3 libros a la vez .
No era nada generoso, pero nunca me dijo no a la compra de un libro. Nunca me cuestionó su precio.
Así que soy una rara lectora , coleccionista de libros que lee primero Catherine, coleccionista de páginas , admiradora de los que escriben, de los que encuadernan, de los que imprimen.
Mi hija Covadonga ha heredado esta manía. Ella no sabe aún que es cosa de los gérmenes, pero como es detective y detective reconocida,  lo descubrirá muy pronto. Seguro.







1 comentario:

  1. Has omitido decir que a la pobre Catherine, la has engańado mucho tiempo....... Que se me ha quejado y por eso lo se... Le decias que un libro era buenisimo y ni siquiera lo habías leído... aunque si abierto.... Y resultaba ser un tostón que ella se empeñaba en leer hasta el final, buscando desesperadamente el interés que decías haberle encontrado....Ahora por lo visto lo primero que hace es mirar si hay alguna mancha, alguna huella tuya. Si no hay nada y al avanzar en su lectura le parece un tostón, lo abandona sin miramiento... A veces incluso se venga porque a ti te cuenta que es maravilloso....a ver si pierdes tiempo. Es que dice que es pobre... Pero no tonta.... ¿no te da verguenza Isolda?

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