¿Para qué queremos los sueños si no los podemos alcanzar... ?"
Tristán e Isolda
Una leyenda medieval celta : una preciosa historia de amor que inspiró a Wagner.
Soy Isolda.....Bueno, en realidad mi auténtico nombre es el de María Isabel, nombre que siempre he odiado porque me recuerda a las monjas y al colegio al que fui de pequeña donde me llamaban así...
Mis amigos me llaman Isa, mi familia me llama de otra manera...pero mi hermana María y una hermana de mi madre que se llama Elena me llaman Isolda....desde siempre...
Hoy estoy aburrida . Muy aburrida. Aburridisima. Estoy cansada de hacer de escuchadora, de estar siempre en el medio de los líos de todo el mundo ...Por qué todos querrán contarme todo??? Me lo pregunto cada día. Qué tendrá mi cara, mi actitud, qué transmito a los demás para que todos quieran hacerme partícipe de sus problemas?
Qué rollo . Me invaden, toman posesión de mi vida y me cuentan y me cuentan y me cuentan....
Y a mí, no me interesa casi nada de lo que me cuentan.....
Voy a empezar por contaros - aunque supongo que no os interesa lo más mínimo-, que tengo tres hijas. Una , la mayor, es ingeniera en un estudio de aquitectura en Oslo. Otra, la segunda, es médico en una leprosería de India y la tercera, que es la única normal de las tres, es detective en Madrid. Sí, detective. Detective de verdad, de las que persiguen a los maridos infieles, a las mujeres ludópatas, a los hijos drogatas.
Vamos, un trabajo chachi , chachi. Bueno, a mí por lo menos me lo parece porque yo siempre he sido bastante cotilla y me emociona seguir los casos que me cuenta mi hija la detective.
Se llama Covadonga. Un nombre poco usual para una detective, pero muy asturiano, eso sí. Un nombre que tardó mucho en poder escribir cuando estaba aprendiendo en el colegio . Sonoro, largo, inmenso......Una putada de su padre que viene de esas tierras nórdicas y además ejerce de ello.
Los nombres de mis hijas no son fáciles. La arquitecta se llama Rosalinda ( y ella lo odia tanto como yo odio llamarme María Isabel) y la segunda, la médico, se llama Margarida . Sí , Margarida, un nombre medieval y rebuscado.
No sé por qué nos empeñamos en poner esos largos nombres a nuestras hijas...Supongo que queríamos darles desde su nacimiento un toque de originalidad en este mundo mediocre a las que las traíamos. No sé. Era como protegerlas con sus nombres de la vulgaridad que siempre ha rodeado nuestras vidas.
Y desde luego, ellas son todo menos vulgares. Se adaptaron tan bien a sus nombres (aunque los odien) que sus propios nombres las hicieron distintas. Os habéis preguntado cuántas veces oimos nuestro nombre cada día, cada semana, cada mes....Y si lo multiplicamos por cada año de vida???? Seguramente será la palabra que más escuchemos en nuestras vidas .....Isolda,
Isolda, Isolda.....Tantas veces y con tantas entonaciones distintas y en tantos lugares y momentos tan distintos y pronunciadas por tanta gente tan distinta.....!!!
Isolda.....
Cómo no vamos a convertirnos poco a poco en nuestro nombre??? Por eso me resulta tan triste que haya personas que se llamen Paco, Pepe, Mari, Charo,.....¿Cómo será la vida de alguien que cada dos por tres escucha esa vulgaridad ???
