domingo, 8 de septiembre de 2013

La chusma

Cada vez me sorprendo más de la mala educación generalizada que reina en el “medio ambiente”. “Yo no estoy hecho para estos tiempos”, decía mi padre cuando envejeció y añadía: “menos mal que me queda poco tiempo ya que mi fecha de caducidad está a punto de caramelo porque cada vez soporto menos a la chusma”. A mí me empieza a pasar lo mismo que a mi padre. Cuando yo era niña la buena educación distinguía a unos seres humanos de otros y marcaba diferencias. Cuando alguien gritaba por la calle, contaba su vida en alto, escupía, no decía ”buenos días” ni “buenas tardes”, eructaba, no dejaba pasar a una señora por delante, no dejaba su asiento en el autobús a un anciano, hablaba en el cine, tosía en el teatro, tiraba las cáscaras de las pipas al suelo, utilizaba mal los cubiertos al comer, permitía a sus hijos pequeños correr por el restaurante, levantarse y sentarse sin parar , gritar o molestar al resto de clientes, era considerado por los seres bien educados como “chusma de baja estopa". Mi padre no se trataba, por principio, con ese tipo de gentuza a la que profundamente despreciaba y siempre se preguntaba por qué su voto valía lo mismo que el de ellos: “unos estudios mínimos y una obligada lectura de unos cuantos libros debía ser condición imprescindible para poder ejercer este derecho democrático” decía. Nosotros, que de jóvenes éramos de izquierdas, nos lamentábamos de esos comentarios y nos avergonzábamos del profundo clasismo que expresaban. Hoy, en vacaciones sobre todo que es cuando más te tratas con “la chusma”, recuerdo las palabras del coleccionista de libros y pienso en la suerte que tuvo de no ver los tiempos que corren porque si entonces no soportaba lo que veía y oía , hoy hubiera sido el más desgraciado e inadaptado de los hombres que poblaran este país. Porque hoy es difícil volver a casa , cualquiera de los días que uno se atreve a enfrentarse a las ordas del grito y de las cáscaras de pipas , sin haber tenido que sufrir la osadía del mal gusto, la tiranía de la chusma en el autobús, en la playa, en el supermercado, en el cine, en el concierto, en el teatro, en la calle, en la tienda, en el bar, en el restaurante. Nos hemos igualado "por abajo",como dice Peñafiel de la monarquía española. No hay más que ver en la tv los programas de mayor audiencia, donde "gana más" quien grita y ofende más, para entender esta espantosa movida.El/la más "canalla" es el que tiene el mejor contrato, el más famoso y valorado. La tiranía de la audiencia, dicen, que "obliga" a ello. La tiranía de lo más bajo, de lo más tirado, de la ordinariez y del mal gusto. De qué nos extrañamos, entonces??? En fin, que es que hoy no puedo más, después de unas horas en la playa intentando leer una novelita de amor y misterio, acosada por una "estupenda familia ",fans seguros de Belén Esteban, Jorge Javier, María Patiño, Olvido Hormigos, Sonia Monroe, Karmele y otros premios Nobel de Horterismo,que nos han hecho recordar las cámaras de gas a todos los que hemos disfrutado de su cercanía.....

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